Desde el distrito Entre Ríos de la Federación Agraria Argentina expresaron preocupación con relación a la situación del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) frente a las medidas de ajuste planteadas.
“Cuidar al INTA es un deber. Y para defenderlo hay que conocerlo, saber qué pasa dentro del organismo; y disponer de información fiable acerca de los planes que diseñan en el gobierno nacional de cara a su futuro inmediato”, señalaron desde la entidad.
En ese marco, refrescaron información sobre las bases del INTA y para eso solo hay que recurrir a la norma de fundación, -Ley número 21.680-, que lo deja en claro desde el artículo primero: “Crease el INTA, para impulsar, vigorizar y coordinar el desarrollo de la investigación y extensión agropecuaria y acelerar con los beneficios de éstas funciones fundamentales la tecnificación y el mejoramiento de la empresa agraria y de la vida rural. Será un órgano autárquico del Estado, que podrá desarrollar su acción en todo el territorio de la nación, adecuando su funcionamiento a las directivas del Poder Ejecutivo Nacional (PEN), en todo en lo que concierne a la tecnología. Sus relaciones con el PEN serán mantenidas por intermedio del Ministerio de Agricultura, Ganadería y pesca y del Ministerio de Economía”.
En rigor, su finalidad es desarrollar acciones de investigación e innovación tecnológica en las cadenas de valor, regiones y territorios para mejorar la competitividad y el desarrollo rural sustentable de la empresa agraria y de la vida rural.
Explicaron que la visión del INTA es contribuir a la soberanía científico tecnológica, seguridad y soberanía alimentaria y que su misión es impulsar la innovación y contribuir al desarrollo sostenible de un sistema agropecuario, agroalimentario y bioindustrial; que sea competitivo, inclusivo, equitativo y cuidadoso del medio ambiente; que se sostenga en investigaciones, acciones de extensión, desarrollo de tecnologías y aporte a la formulación de políticas públicas, articulación y cooperación nacional e internacional.
Tras repasar la estructura del organismo, desde la FAA afirmaron que “la defensa del INTA es innegociable. Se trata de una herramienta indispensable para el pequeño y mediano productor agropecuario. Hacerlo más eficiente es un deber y una obligación; tanto como cuidarlo”.
“Las banderas de la Federación Agraria Argentina son de una clara defensa de INTA en su rol de Investigador y de extensión agropecuaria, generando tecnologías adaptadas a cada economía regional. Lo mismo que la defensa y reserva intelectual de la validación de las nuevas tecnologías para todos los perfiles de productores, pero más aún para el pequeño y mediano”, apuntaron.
En ese contexto, consideraron que la territorialidad de las Agencias de Extensión de INTA (AER) son fundamentales en el sostenimiento de la ruralidad mediante capacitaciones y asesoramiento con los medios que se disponen en cada rincón de la diversidad de climas, usos y costumbres de nuestra población rural.
“Todos comprendemos que la información es poder y; teniendo en cuenta la diversidad de situaciones que se presentan en las distintas Regionales de INTA; es necesario saber el alcance del ajuste planteado. Desde nuestra entidad proponemos que el Consejo Regional Entre Ríos, pida precisiones al respecto al Consejo Directivo”, resaltaron desde la entidad que refleja preocupación por el destino del INTA.