El Banco Central de la República Argentina (BCRA) volvió a bajar este martes otros 10 puntos porcentuales la tasa de referencia. La misma quedó en el 40 por ciento anual. El hecho se produjo tras el anuncio de la inflación que realizara el INdEC que se ubicó en el 8,8 por ciento.
Este porcentaje de inflación causó alegría en miembros del gobierno, aunque no se puede dejar de admitir que la misma sigue siendo muy alta. Sólo se necesita ver los porcentajes de inflación que tienen los países vecinos para entender que Argentina está muy lejos de eso, aunque cierto es que es bueno que la inflación descienda.
Como apuntábamos, el descenso del porcentaje de inflación hizo que el BCRA baje el porcentaje de referencia, de manera que los plazos fijos, por ejemplo, cobrarán menos pero, a la par, ese 40 por ciento impuesto por el Central abre otras puertas.
Si el BCRA fija 40 por ciento anual está apuntando a poco más del 3 por ciento mensual. ¿Será ese el porcentaje de inflación que se tendrá en los próximos meses? Es posible, habida cuenta de lo decidido por el Central. Todavía seguiría siendo alta la inflación, pero es importante que la inflación siga bajando.
Hay algunas cosas que se debe mencionar en este marco. Si el cepo se abriera, estos porcentajes mencionados desaparecerían. De manera que por el momento el cepo tendrá que continuar. También tendrá que seguir esperando la dolarización, porque no hay fondos que la mantenga. También hay quienes piden una devaluación. Seguramente no se producirá, porque lo logrado desaparecería.
Pero también, la realidad demuestra que la baja de la inflación va de la mano de una gran recesión, lo que implica cierres, despidos, aumento del desempleo o del empleo no formal. Esta situación no se podrá extender en el tiempo de manera indefinida. Es necesario algún gesto oficial, algún plan que evite la recesión.
¿Hasta cuándo podrá aguantar quien menos tiene? El poder adquisitivo del salario cayó y por ende cayó el consumo, mientras que aumentan los servicios. El dinero no alcanza a un número muy grande de personas. Por eso es menester reiterar la pregunta: ¿Hasta cuándo podrá aguantar quien menos tiene?
Sin duda que hay coincidencia en que es necesario que la inflación baje y que también lo haga el déficit fiscal, pero mientras tanto la gente debe aguantar, una vez más, un ajuste que, en este caso, se había anunciado para la “casta” política, no para el pueblo.