Por El Loco del Tablón

“Recién comienza el año pero de fútbol se habla siempre. Ya se que pasan muchas cosas, pero aquí siempre hablamos de deportes y por eso nos llevamos bien desde hace tantos años”, dijo El Abuelo.
Sacó un diario de abajo del brazo, porque él sigue leyendo diarios. No los compra todos los días porque no puede, pero el del domingo es sagrado. Buscó una página y dijo: “Al que lo tienen a mal traer es a Messi. No le dan descanso. Ya se… No me digan que él firmó el contrato, pero eso no significa que su cuerpo pida descanso”.
“Es un gran negocio”, dijo el Toto con su eterno tonito de malhumor, a lo que el Abuelo le respondió: “Toto querido… Todo es un negocio… ´Es la guita que manda, es la mosca que domina´, escribió alguna vez el gran Osvaldo Ardizzone, y pasan los años y en ese sentido no solamente las cosas no cambiaron, sino que se agudizaron. Sí, ´es la guita que manda´, y hay que aceptar que en torno a la figura de Messi se mueve un vagón de guita y no es por casualidad. Pienso que pueden haber objeciones de todo tipo, pero la gente concurre masivamente a aplaudir a este futbolista, millones lo miran por televisión, millones siguen sus actuaciones en revistas, diarios y programas de radio y televisión… Y así se arma el gran negocio. No creo que nadie pague una entrada para vernos a nosotros charlando y tomando mate… Ahí está la diferencia”, sentenció.
Mientras hablábamos la tele mostraba una sucesión de goles de Messi y alguien los comentaba, más allá que algunos no tengan una explicación que quede fuera del simple hecho de que es un fenómeno con la pelota.
La Porota cebaba los mates amargos, en la tele veíamos a un señor que hablaba no sabemos de qué, y el veterano acomodaba el diario sobre la mesa, haciendo imaginarios dibujos con la punta de su dedo índice sobre el papel.
“¿Vieron lo de Icardi?… Sigue haciendo goles”, dijo el Toto. El Abuelo sonrió. “Es un buen jugador… No descubrimos nada… Le dieron muy duro por cosas que nada tienen que ver con el deporte. En lo que a mi respecta, que cada uno haga la vida que puede. Además, juzgar desde afuera y sin conocer los pormenores es muy fácil. Lo que se -como bien decís Toto- es que Icardi es hombre de gol y el que discuta eso está mirando otro canal”, dijo.
“Sí… Pasan cosas en el fútbol y en la vida… Anoche, no se por qué, me acordaba cuando Boca lo contrató a Daniele De Rossi. ¿Se acuerdan?… Julio de 2019… Un palo verde por un año decían que había puesto el club boquense y lo presentaron como si llegara el mejor jugador de la historia del equipo de La Boca… Fue una locura total. El refuerzo ´bomba´, decían y él contestaba que no imaginaba terminar su carrera sin haber jugado en Boca. La hinchada aplaudía a rabiar, se vendían camisetas a precios exorbitantes con la imagen del tano, hasta se enseñaba como se pronunciaba el apellido… ¡Una cosa de locos!… ´Vengo a ganar la Libertadores´, había dicho, pero a poco de eso se fue con más pena que gloria. Con la azul y oro y siendo muy generosos, podemos decir que solamente pagó placé, ya que jugó un total de siete partidos, no todos como titular, hizo un gol y punto… A otro en su lugar, lo linchan”, destacó con razón el veterano.
El Abuelo dejó su silla, se levantó para vaciar el viejo cenicero, cuchicheó algo con la Porota y antes de volver a su silla, dijo: “Hay casos que quedan en el olvido… ¿Notaron que nadie habla del ´Garrafa´ Sánchez?… Hace un mes se cumplió un nuevo aniversario de su muerte, pero esos periodistas que estamos mirando parece que no lo saben. Más aún, los nuevos posiblemente no sepan quien fue el ´Garrafa´ Sánchez… Un fenómeno. Verlo jugar era un espectáculo; una diversión. No fue estrella mundial, no jugó en Europa, no se llenó de guita, no se hacía fotografiar con las modelos más taquilleras… No; el ´Garrafa´ jugaba al fútbol. Jugaba dije, porque eso hacía. Jugó en Laferrère, El Porvenir, en Banfield y Bella Vista de Uruguay. Le gustaban las motos, y en un accidente cantó las hurras. Tenía apenas 31 pirulos. Algunos periodistas, al parecer, no lo recuerdan, pero en Banfield fue y es Gardel. Muy habilidoso; era un 10 fuerte, no como esos flaquerones que juegan bien pero cualquiera los tira. Tenía una pegada fantástica para colocar la pelota donde él quería… Sólo una anécdota voy a recordar que, por otra parte, lo pinta de cuerpo entero. Un día, jugando para Banfield, el que lo marcaba no lo podía parar. El ´Garrafa´ pasaba siempre y el defensor solamente podía agarrarlo de la camiseta. Una vez, dos, diez… Al final, en una de esas, el ´Garrafa´ dejó la pelota, se sacó la camiseta y le dijo al defensor: ´¿Tanto la querés que la tironeás cada vez que llego?… Bueno… Tomá, te la regalo´, y se la dio. Después fue al banco para que le den otra, mientras el público aplaudía a rabiar. Ese era el ´Garrafa´, de quien hay mucho para decir como jugador y como persona, pero los periodistas jóvenes parece que no saben quien fue… Pregunten en Banfield; allí les van a contar que fue Gardel”, dijo finalmente.