¿Fue beneficioso para Entre Ríos el Tratado del Cuadrilátero?

El 25 de enero de 1822 se firmó el Tratado del Cuadrilátero. Lo rubricaron Entre Ríos, Buenos Aires, Santa Fe y Corrientes. El pacto era principalmente un tratado ofensivo-defensivo ante la amenaza portuguesa y un acuerdo de libre navegación de ríos entre las cuatro provincias.

El pacto, que fuera firmado por el Coronel Mayor, Ministro de la Guerra, Francisco de la Cruz (Buenos Aires); el Secretario del Gobierno Juan Francisco Seguí (Santa Fe); Casiano Calderón, presidente del Congreso Provincial Entrerriano y Juan Nepomuceno Goytía, cura de las Ensenadas de Corrientes, establecía la paz y unión de las cuatro provincias y una alianza ante una posible agresión extranjera, de españoles o portugueses; la libre navegación de los ríos para las provincias firmantes; el retiro de los diputados del diminuto congreso de Córdoba; y cualquiera de las provincias contratantes podía convocar un congreso cuando creyese llegada la oportunidad conveniente.

Buenos Aires, si bien firmó el Pacto, no dejó de lado por eso sus intereses de seguir siendo la provincia dominante. La alianza con las provincias del litoral, asegurada mediante subsidios a los gobiernos, le dio oportunidad de neutralizar a Juan Bautista Bustos -primer gobernador constitucional de Córdoba- y organizarse y preparar un futuro congreso.

En suma, es cierto que el acuerdo garantizaba de manera manifiesta la libre navegación de los ríos, lo que permitía no pagar tributo de tránsito a la provincia de Buenos Aires. La libre navegación significaba comercio directo con el exterior o contacto libre con naves extranjeras, pero Buenos Aires no estaba dispuesto a permitir esta evasión de impuestos para sus arcas. La prohibición de la libertad de tránsito por los ríos se transformó en un recurso político que se usó con frecuencia.

En el orden político el tratado significó el triunfo de Buenos Aires: se retiraba apoyo al Congreso reunido en Córdoba y no se hacía referencia al sistema federal que propiciaban las demás provincias.

Vale recordar además que entre 1820 y 1824 Rivadavia fue Ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores de la provincia de Buenos Aires, durante el gobierno de Martín Rodríguez. Partidario de la organización nacional, durante la vigencia del Congreso General de 1824 destinado a redactar una constitución, el inicio de la Guerra del Brasil motivó la creación inmediata del cargo de Presidente de la Nación Argentina y Rivadavia fue el primero en ocuparlo. La sanción de la Constitución la Argentina de 1826, de fuerte contenido unitario, rechazada por las provincias y su propio repudio al “tratado deshonroso” preliminar de paz con el Imperio del Brasil para finalizar la guerra, motivaron su renuncia a la presidencia, siendo sucedido por Vicente López y Planes, pero al poco tiempo las autoridades nacionales se disolvieron, situación que se prolongó hasta 1852.

También hay que recordar en este marco el fin de Francisco Ramírez, ocurrido en Chañar Viejo, cerca de Villa María del Río Seco (Córdoba), el 10 de julio de 1821. López había pactado con los porteños. En suma, la provincia beneficiada con el Tratado del Cuadrilátero fue, una vez más, Buenos Aires. En 1852 cambió la historia. En 1853 se sancionó la Constitución Nacional, la que a pesar de las reformas (la última en 1994) y de lo expuesto en ella, sigue permitiendo que Buenos Aires mantenga el poder y el federalismo se esfume cada día un poco más.