Especialistas del Hospital de Clínicas José de San Martín, advierten que en Argentina solo el 14 por ciento de las personas admite usar protección en sus relaciones sexuales.
Además, aclaran que el preservativo reduce en un 97 por ciento el riesgo de embarazo y podría prevenir el 98 por ciento de las infecciones por transmisión sexual.
“Si bien el preservativo tiene una doble función ya que ayuda a evitar un embarazo no deseado, también colabora a protegerse del contagio de infecciones de transmisión sexual (ITS). Los datos son alarmantes ya que según información de la AHF Argentina se estima que en el país 139.000 personas conviven con el “VIH”, dijo Analía Urretavizcaya, miembro del equipo de Sexología Clínica del Hospital de Clinicas.
“No se siente lo mismo” o “arruina el momento”, suelen ser algunas de las excusas más comunes para no usar o retardar la colocación del preservativo, el método más eficaz para prevenir las infecciones de transmisión sexual. En el 2022, esta resistencia social para usar preservativos durante toda la relación sexual continúa y se le suma la crisis provocada por la pandemia por el Covid-19, que ha retrasado muchos de los avances en el bienestar, combate a la pobreza y respuesta a enfermedades de alto impacto, entre ellas el sida.
“El mensaje tiene que ser diario, en todos los ámbitos donde las personas se mueven para generar hábitos y sostenerlo. Hay publicidad sobre pasta de dientes pero no sobre los preservativos. Educar sobre anticoncepción y la prevención de las enfermedades sexuales es parte de educar sobre el cuidado de uno mismo y se deben introducir como hábitos, desprovistos de erotismo y carga moral” destacó Urretavizcaya.
Y agregó: “El uso correcto y sistemático de preservativos masculinos y femeninos durante la penetración vaginal, anal o sexo oral puede proteger contra la propagación de las ITS, incluida la infección por el VIH. Los datos demuestran que los preservativos masculinos de látex, si se utilizan de forma sistemática, tienen un efecto protector del 85 por ciento o más contra la infección por el VIH y otras ITS”.
Para la AHF, casi la mitad de las personas en el planeta no tienen posibilidad para comprar preservativos debido a la pobreza, situación que se está agravando en el contexto de la pandemia. Aunado a ello, la escasez de materiales y medios para su fabricación, debido a la enorme producción de material de protección personal (guantes de látex), agrava aún más la situación, aumentando los precios de los condones internos y externos, además de provocar escasez.
“Al igual que en muchas otras problemáticas de salud pública, con la pandemia también ha sufrido la prevención en cuanto al VIH. Esto se pudo observar tanto en la disminución en el acceso al testeo de VIH como en el acceso a condones de forma gratuita. Esto llevó a que se profundice el no uso de condón durante la pandemia”, afirmó a Infobae el doctor Miguel Pedrola, director Científico para Latinoamérica y Caribe de AIDS Healthcare Foundation.