¿Por qué tantos no usan barbijo?

Estamos en plena pandemia. Una de las cosas en las que se insiste es en la necesidad de usar barbijo. La pregunta que surge es ¿por qué tantas personas se niegan a usarlo?

Nadie puede dudar del beneficio que significa su uso, pero sin embargo son demasiados los que se oponen a usarlo.

Hay comercios en los que quien atiende no usa barbijo. ¿Por qué?

En ocasiones se intenta ingresar a un negocio y hay clientes sin barbijo. ¿Por qué?

Por otra parte, ¿quién o quiénes deben controlar que se use barbijo?

Claro que además está la responsabilidad de cada uno, pero en no pocas personas lo que se ve es irresponsabilidad.

¿No se dan cuanta que debemos cuidarnos entre todos?

¿No entienden que no es un problema de edad solamente, sino que es menester cuidarse para de esta manera cuidar al otro?

Es evidente que a muchos no les importan las demás personas, ni siquiera aquellas cercanas como hermanos, padres, abuelos…

No usar barbijo es una clara demostración de falta absoluta de solidaridad.

Se sabe que en esta pandemia el escenario es cambiante, pero sería importante no perder el rumbo lógico. Está claro que estamos frente a un virus de transmisión de contacto respiratorio y de contacto con las superficies contaminadas con secreciones. De manera que el uso de barbijo no es una ocurrencia; sino que es una necesidad.

Es necesario entender que todos debemos utilizar un barbijo que cubra la boca, la nariz y el mentón. Cualquiera podría ser un infectado asintomático, entonces, lo razonable es usar el barbijo desde el momento en que se sale de la casa. Cierto es que con esto solamente no alcanza. Este virus nos demostró que es necesario mantener distancia con la gente, lavarse las manos y desinfectar las superficies, ventilar el hogar, mantener la higiene.

Entonces, además de la limpieza y la ventilación del hogar, se trata de establecer una barrera entre cada uno y los demás. Hay que usar barbijo, pero a la vez no hay que tocarse la cara, no sacárselo, no bajarlo ni subirlo, mantener el barbijo cubriendo nariz, boca y mentón.

Todo esto que exponemos y más, se repite a diario en todos los medios de prensa, pero hay mucha gente que no aprende o no quiere aprender. Falta educación y lamentablemente falta exigencia para que lo necesario se cumpla y falta también respeto por los demás.

Alguien ingresa a un cajero electrónico en un banco de la ciudad. Lo hace sin barbijo. ¿Por qué?, ¿no hay nadie autorizado a prohibirle la entrada, o es que hay que esperar que los demás que sí tienen barbijos lo expulsen?. ¿De quién es la responsabilidad, más allá de la que cada uno debería tener?. Pero lo cierto es que esa persona que ingresa sin barbijo puede contagiar a otro que sí lo está usando, aunque la evidencia demuestra que no le importa.