El Gauchito Gil y una veneración popular truncada por la pandemia

Antonio Plutarco Cruz Mamerto Gil Núñez, de cuya vida y obra hay pocas certezas y muchas versiones, falleció el 8 de enero de 1878, en Mercedes, Corrientes.

Fue un hombre de campo, un gaucho que se ganó la devoción popular y desde el año de su muerte, en 1878, cada 8 de enero, el espacio geográfico cercano al lugar donde se produjo su asesinato, se convirtió en una especie de santuario.

Cada 8 de enero, unas 300 mil personas -algunas estimaciones superan esa cifra- se movilizan hasta Mercedes, para venerar a la figura popular.

Hoy, en ese santuario, el panorama es desolador, a no ser por los 600 hombres de seguridad que dispuso la provincia para evitar la aglomeración de personas.

Días previos, las rutas que conducen a Corrientes se transforman en un desfile de vehículos y devotos del Gauchito Gil. Incluso ciclistas y caminantes, tal la experiencia de dos chajarienses que días atrás llegaron hasta el lugar para venerar a la figura.

La periodista Cecilia Conesa contó a RADIO CHAJARI que en el lugar el panorama es inusual. “Esto es histórico”, dijo para figurar un santuario sin la presencia de devotos, recordando las coberturas periodísticas que durante años la llevaron a reflejar una fiesta popular con una marea de personas.

La ciudad correntina de Mercedes cerró sus accesos por una semana, disponiendo la custodia del santuario del Gaucho Gil, para evitar aglomeraciones y disminuir la circulación en ocasión de la conmemoración de este viernes, en momentos que la localidad atraviesa un rebrote de coronavirus.

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